
Mario Vila
(Aparecido)
Relator de IRC, Manya Page
Fecha
de nacimiento: 19 de agosto de 1965.
Oriundo de: Montevideo - Barrio Larrañaga/La Blanqueada.
"Escucha" los partidos desde: No los escucha. Es el relator!
("Fastest fingers in the West")
(mensaje del involucrado: Fede: No soy el único relator, también
han sido relatores tú, Cesar y Ronachman y Tabaré, entre otros.
Además falto irremediablemente cuando voy al Estadio a darle yeta
a Peñarol o a Uruguay)
Un discursito manyabiográfico: Soy un manya medio, ni
fanático ni indiferente y quizás gracias a mi colaboración
con la pagina
en Internet estoy retomando con más fuerza mi manyismo
un tanto dormido.
Mi condición aurinegra la herede de vía
paterna y aún de mi abuelo paterno Sagunto que no conocí
pero que supo ser uno de los socios
con número más bajo del
Peñ~arol -C.U.R.C.C. Mi padre Daoiz me inculcó
desde más
tierna infancia el amor por la rayada que detento y espero trasmitir a
otras generaciones.
La década de los 60 (nací un año
antes de la gesta del 66) supo ser propicia para reclutar manyas,
incentivados
por aquellos gloriosos jugadores que lograron tantos títulos nacionales
y mundiales. Por ej. el de la gloriosa final con River en el 66:
Mazurkiewicz,
Caetano, Goncalves, Nelson Díaz, Juan Vicente Lezcano, Pablo Forlán,
Abbadie, Rocha, Spencer,
Cortés y Joya.
Sin embargo en los primeros
años de mi vida la duda me asaltó en varias ocasiones.
Mi
tío Miguel insistía en su deseo de reclutarme para el tradicional
bando contrario. Su presión era tal que cansado accedí a
su deseo
y a la edad de 5 años experimente la desgracia de ser bolso,
afortunadamente solo por cuatro días. El siguiente domingo se desarrollaba
un clásico, uno de los primeros que tengo en mi recuerdo.
Concurrimos
con mi tío Omar y mi padre a la tribuna Olímpica y uno de
los tantos triunfos aurinegros me terminaron de convertir para siempre
al
glorioso Peñarol.
En adelante y ya en la década de los
'70 cultive mi etapa de peñarolismo más militante. Sobretodo
en la época del anterior trienio
de campeonatos uruguayos y fundamentalmente
al amparo de mi gran ídolo futbolístico de la infancia: El
Nando Morena.
También era la época de otros magníficos
jugadores que todavía recuerdo: Quevedo, Giménez, Ramón
Silva, Unanue,
el Indio Olivera, el Bombón Gonzalez y hasta el nunca
bien ponderando Lady Niter Pizzani (si se escribe así) (famoso por
sus impresionantes pelotazos que
cuando iban bien dirigidos no los agarraba
nadie).
Entre los recuerdos que mantengo más fresco fue el partido
contra Huracán Buceo donde, ya sobre el final de su primera incursión
por
Peñarol, El Nando convirtió los 7 goles de 7-0, con la
complicidad de un brillante Ildo Maneiro, partido en el que supe estar
presente junto a
mi padre en una tribuna Amsterdam bastante vacía
pues el partido no había
concitado mucha atención. En mi
infancia admiraba a esos jugadores mientras pateaba la redonda todo el
tiempo que podía y defendía los
también gloriosos
colores del Club Urreta F.C. de baby-fútbol.
Ya entrando en la adolescencia mi pasión futbolística dejó paso a mi aficción
por el estudio y mi condición de notorio
"traga" liceal
que
absorbió mi dedicación, en el marco de una época
donde era más importante que el pelo no llegara a la camisa que
haberse estudiado
la lección. Sin embargo entrabamos en los 80 y
Peñarol me tenía reservadas varias alegrías inmensas.
La final con Cobreloa y de nuevo
El Nando que aparece en el momento justo
y otro que sin dudas puedo ubicar como mi ídolo
futbolístico
de los 80: El "Chicharra" Venancio Ramos.
Del Peñarol
campeón de América y del Mundo 82 conservo como tesoro uno
de los pocos Gráficos que he comprado en mi vida:
"El gráfico
libro de oro" sobre Peñarol, el mismo permanece archivado y
conservado junto con otros "tesoros" de la misma
época:
la colección completa
de El Dedo y algunos semanarios de aquellos
que en la dictadura eran clausurados.
El próximo gran hito que recuerdo
fue el año 1987 y el gol de Peñarol que más grite
en mi vida, por el que sufrí hasta el rezongo
de mi madre que temía
por la integridad de mis cuerdas vocales. El gol de Diego Aguirre no pudo
ser, todavía no lo termino de creer
(los colombianos menos...) pero
lo cierto es que tuve que correr a la azotea de mi casa para gritar con
todas las fuerzas el gol que nos dio otra Libertadores.
Después
transcurren unos años sin grandes logros pero en los que la paternidad
sobre nuestro tradicional rival se siguió afirmando.
Llegamos a
este último cuatrienio glorioso y a marcar la presencia de mi nuevo
ídolo el
Profe Pablo Bengoechea, un fenómeno.
El año
1993 fue un año de maduraciones, me case y habiendo sentado cabeza,
también decidí poner los "chanchos" y a partir
de ahí soy también socio de Peñarol, el número
100.301. Finalmente mi pasión por Internet me llevó a explorar
una
nueva veta del manyismo pasando a ser un colaborador
más de
la gloriosa Manya Page, sacada adelante gracias al esfuerzo de los cyberamigos
Federico Peinado y Cesar Luongo.
Año 1997, Peñarol Tetracampeón
y por el Penta.. Vamo' el manya Vamos!!!!
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